BCCPAM000540-5-07000000000000
Y ARRULLOS DE PALOMAS 395 el Padre puso todas las cosas? Pues, yo las pongo á los pies de mis criaturas para enseñarte la humildad, para que tú ames los oficios bajos y humildes... Al segundo nocturno, lo miro en el Cenáculo, sen tado á la mesa, rodeado de sus Apóstoles, despidiendo su Divino rostro rayos de infinita luz; y tomando el pan eleva al cielo sus hermosos ojos, lo consagra en sus manos, y después se lo dá á sus Apóstoles, pronuncian- do aquellas palabras: tomad y comed; este es mi cuer- po, el cual será entregado por vosotros. Pienso que en mi mismo coro, sucede este prodigio, y no pudiendo contenerme, mi alma se acerca á su Dios y le dice: ¿Qué es esto, Jesús mio? ¿Tan bien te han tratado los hombres? ¿No vas á ser preso dentro de poco? ¡Si! es cierto; (me contesta); pero, te amo tanto! que no puedo separarme de ti; instituyo este Sa- cramento, para que tú me recibas en tu pecho: para que me visites, para que me desagravies, y para que no ames sobre la tierra otra cosa que este misterio de amor... Al tercer nocturno, le veo salir del Cenáculo segui- do de sus discípulos y dirigirse al huerto de las Olivas, donde les dice: Velad y orad, para que no entreis en tentación: y veo después á la vida mia arrodillarse y dejar caer su hermosa frente sobre el suelo, esclaman- do: Padre, si posible es, pase de mí este caliz: pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y penetro después en aquél Corazón del cual se apodera la más profunda tristeza; y paréceme escuchar los gemidos que se esca- pan de su pecho; y perseverando una hora en oración, le ve mi alma dirigirse á sus discipulos, buscando quien le consuele; pero los halla dormidos y les dá esta amorosa queja: ¿Es posible que tan poco amor os deba? ¿Ni una sola hora habéis podido velar conmigo? velad y orad para que no entréis en tentación.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz