BCCPAM000540-5-07000000000000
dr IAE APA O Sib 332 LA VIDA RELIGIOSA comer el pan ociosa. Consideravit semitas domus sue et panem otiosa non comedit, En esto ha de poner la Prelada un estudio parti- cular, en considerar las entradas y salidas de su casa, el adelanto ó atraso de sus hijas, sus caracteres é in clinaciones, lo interior y lo exterior, lo que hay en ellas de bueno y de malo, sus aficiones y repugnancias, sus virtudes y defectos, sus ejercicios y ocupaciones, mirando cómo va la observancia regular, cómo se cumplen los votos, cómo anda el espíritu de oración, recogimiento y silencio, el rezo, los ayunós y demás prácticas de la vida religiosa. La buena Prelada debe mirar y remirar lo que pasa en su convento, lo que en- tra, lo que sale, lo que se habla, lo que se come, Jo que hay en las oficinas, lo que tiene cada religiosa en su celda ó en su arquilla, Jo que hacen las oficialas y las que no lo son; y como de todas tiene que dar cuen- ta al Señor, á todas las vigila para que ninguna esté ociosa. Y cuando ella va delante con el ejemplo y'es la primera en la oración y en el trabajo, entonces nou sólo no hay quien la murmure ni critique por su vígi- lancia, sino que por el contrario, se levantan sus hijas y la llenan de bendiciones, su esposo, y la colma de alabanzas. Surrexerunt filii ejus et beatissimam predi- caverunt: vir ejus et laudavit eam Este es el premio que Dios promete á la buena Prelada: ser alabada de sus hijas y de su esposo Cristo, no sólo en la otra vida, sino también en ésta, que cuando las súbditas tienen una Madre prudente, cari- tativa, celosa, perfecta y santa, no se pueden ir á la mano sin echarle mil bendiciones, publicar sus virtu- des y predicar sus excelencias: y con este premio la estimula el Señor á que trabaje en el cumplimiento de su deber, animándola con la recompensa de ver á su comunidad contenta y aprovechada, de tal modo, que
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz