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= YA — para que se le pudiera condenar y dar la muerte sin injusticia. Estas condiciones tan opuestas entre sí no las reune más que esa víctima divina, tan pura, que el cielo la proclama santa, inocente é inma- culada (1): y tan criminal, que ha carga- do voluntariamente con todos los críme - nes humanos. Dios ha puesto sobre El las iniquidades de todos nosotros, según frase de Isaías (2), y esa carga de abomi- naciones é iniquidades es la que le hace sentirse como abandonado de Dios, y le obliga á exclamar: Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Quién explicará debidamente el mis terio contenido en estaqueja del Reden- tor? Desamparar el Verbo divino á la humanidad de Cristo paciente en la Cruz, no pudo ser; porqueentre la divinidad y la humanidad de Jesucristo hay una unión inquebrantable que ni la muerte pudo romper, La muerte separó el alma de Cristo de su cuerpo sacratísimo; pe- ro no pudo separar la divinidad del cuer- Hebr. VIT, 25 LIL1