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65 — sobrehumana habla Jesucristo, cuando le dice en la cruz: Mulier, ecce filius tuus! Mujer, ahí tienes átu hijo! Como quien dice: Si toda mujer dá el ser á sus hijos con su sangre y con sus dolores, tú se lo das hoy á todos los redimidos con tu san- gre, la cual corre divinizada por mis ve- nas, y es el precio de la Redención huma- na. Tú ahora, entre los dolores del Gól. gota, dasá luz á todos los hijos de Dios, á todos aquellos á quienes serán aplica- dos los méritos de la redención; y donde quiera que haya un redimido, habrá un hijo tuyo. Ecce filius tuus! Ahí tienes á tu hijo! Y por eso, mirando al discípulo y en él á todo discípulo, á todo redimido, añadió: Ecce Mater tua! Ahí tienes á tu Madre: Palabras que expresan una rea lidad divina, porque, como acabáis de ver, María es nuestra Madre real y ver dadera en el orden sobrenatural, por ha ber contribuido á darnos la vida de la gracia de la misma suerte que la madre natural nos dió la vida terrena; esto es, con su amor, con su sangre, y con sus dolores,