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—T0— : al pecador arrepentido. Era antes un ciego, que no podia ver la luz que ilumina 4 cuantos vienen 4 este mundo: era un paralitico, que no tenia fuerza para dar un paso hacia el cielo: era un mudo y sordo, que no daba entrada a las voces ~ de su conciencia ni 4 las impresiones celestiales, ni articulaba una sola voz, que confesara el nom-- bre divino; mas, apenas se ha prestado a las in sinuaciones de Jesus, que sin cesar ha llamado 4 las puertas de su corazon, lo toca con suavi- dad, cura los sentidos del alma, la vuelve agil pa- ra caminar 4 Dios, y ansiosa de oir su voz, y la da palabras elocuentes, que publiquen sin cesar las bondades divinas. Y, jeudn poco es esto para el Corazon amante de Jesus, que ne se complace sino en perdonar & los pecadores y hacerles bien! Aun no ha acaba- do el pecador de decir que ha ofendido al cielo y i Dios, cuando ya se ha dado la érden para que sea cubierta su desnudez y se le vista la ropa mas preciosa de los armarios divinos, poniendo ademas un anillo en su dedo, calzando sus piés, y por fin preparando un convite, en el cual se dé ai nuevo hijo el manjar mas esquisito que hay en la casa de Dios, y el precioso licor, que es la en- vidia de los angeles. (1) Y si tan seulendido y ge- (53 Lue, cap. 15, vy. 22. 23, Lo te Steaks eat aid