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—266— jAh! Era esta la gloria de los Santos, ser humil- des, padecer por Cristo, gozarse en la sublime prerogativa de la filiacion divina y anonadarse ca- da dia mas en presencia del Sehor. Imitémolos por tanto, prometiendo al Corazon de Jesus no desear ni buscar amistades mundanas, ni honores terrenos, ni dignidad alguna, creyendo que es una honra indecible ei profesar la fé de Jesu- cristo, y lo es mayor el padecer por él, AFECTOS, O amantisimo Jesus, ti eres tan elevado, y te dignas descender 4 los humildes: yo soy polvo v _ ceniza, y no he apreciado tu bondad, vilipendian- do tus finezas por los amores vanos de las criatu- rvs. jAh, Seiior! Perdona mi ingratitud, y oye mis gemidos de dolor. Dios mio, Senor mio, esperanza mia y gozo de mi corazon, te pido que me concedas lo que me has prometido, para que ti alegria sea ahora grande en la esperanza, y cumplida despues en la posesion de tu amor y tu gloria. (1) Padre nuestro &c. como el primer dia, (1) Div. Aug. Manu,