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—136— por él a todos los que son objeto del amor divino, y no solo los ama, sino que les desea todo bien y esta pronto 4 sacrificarse por ellos para procu- rarselo. Bien elocuentes son por cierto las lecciones que nos da sobre esto nuestro propio corazon: pues no sabemos amar sin procurar hacer feliz al objeto amado, no contentandonos con un afecto arido y estéril, ni Ilenando nuestros corazones las palabras vanas, sino las obras y la verdad. Y siendo esto indudable tanto en el érden de la na- turaleza, como en el de la gracia, ,cudnto no sera el celo del Corazon de Jesus por la salvacion de las almas? ;Quién ama a Dios mas perfectamen- te, que el Corazon de Jesus? {Quién ha tenido mas deseos de complacerle en todo? ,Quién ama mas intensamente cuanto Dios ama? jAh, dicho- sos hombres! Ama Jesus 4 su Padre con una ca- ridad infinita, y, como hace siempre /o que es de su beneplacito, (1) ama tambien a los hombres con el mismo amor; y como su Padre los ha criado para el cielo, en fuerza del amor que tiene al Padre y a los hombres, se sacrifica todo entero, para que lo consigan y sean felices por toda la eternidad. Siendo todos los hombres esclavos del pecado, y victimas de la muerte temporal y eterna, solo (1) Joann. cap. 8. v. 29.