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ee co fin de la vida de Jesus es darlo 4 conocer 4 los hombres, para que tengan vida eterna y lo amen y adoren: y dpesar de que, por razon de la perfectisima unidad de las tres personas divinas en una misma naturaleza, toda gloria es indivisi" blemente comun 4 las tres, este Hijo hecho hiom- bre dice que no busca su gloria, sino la del que le envid. (1) {Con qué fervor lo alaba y ben- dice como 4 su Padre, Seiior del cielo y de la tierra! (2) jCon qué vehemencia nos explica el amor que nos tiene, y la fé y confianza, con que le hemos de pedir su gracia! jCon qué suavidad nos declara como lo hemos de adorar en espizitu y verdad! ;Con qué ternura manifiesta su amor infinito 4 los hombres, pues les dié 4 su propio Hijo, para que todo el que crea en él, tenga la vida eterna. (3) Niun solo momento pasa Jesus sin trabajar por extender la gloria de su Padre: aun no ha hecho mas que aparecer en la tierra cuando ha da- do érden 4 los angeles que anuncien 4 los hom- bres su entrada en el mundo, diciendo con dulce armonia: Gloria & Dios en las alturus y paz en la tierra 4 los hombres de buena voluntad (4) Asi al suplicar 4 su Padre que lo glorificase, porque 1) Joann. ca vy. 50. Math. 11. ¥. 25, (8) Joann. ead 's v. 16, ai Ine. cap. ors a =