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—127— bres de todas las naciones, mas tambien 4 los cie- los, al sol, 4 la luna y las estrellas, 4 la tierra, 4 los cuadrfipedos y reptiles, 4 las aguas, 4 los vien- tos,d las tinieblas y 4 la luz. (1) Es este celo por la gloria de Dios tanto mayor en las almas, cuanto es mas sublime y perfecto el conocimiento que tienen de sus infinitas per- fecciones, pues saben que solo 4 Dios, Rey inmor- tal de los siglos, é invisible, pertenece el honor y la gloria. (2) Asi es que los santos del cielo, que ven a Dios cara a cara, no se.cansan de dar ben- dicion, honor y gloria al Senor, que ocupa el trono de majestad inefable, (3) emulando santamente 4 las potestades angélicas, que con melodias nunca interrumpidas cantan el himno imperecedero, en que ensalzan al que llena la tierra con su gloria. (4) Y si este celo anima 4 los angeles y 4 los pre- destinados, gcudl no serd el de aquel, que es ca- beza de todo principado y potestad, (5) y primo- génito entre muchos hermanos. (6) La gloria del Padre es tener un Hijo eterno, inmenso, infinito, Dios de Dios, y luz de luz, por - ser con ¢] una misma substancia y esencia. Y co- mo nadie conoce al Padre sino el Hijo, (7) el fini- (a) Psalm, 148, v. 8. (2) 1. Timot. cap. 1. v. 17. (3) Apo. cap. 5. v. 13. (4) Isai. cap. 6. v. 3. (5) 08. OAM Nod 0. (6) Rom. cap. 8. v,29. (7) Math. cap. 11. v. Besa. See tts