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—106— dores han encontrado en Jesus “al ungido envia- do para evangelizar 4 los mansos, para medicinar é los contritos de corazon y predicar remision & los cautivos, libertad & los encarcelados, reconciliacion é los pecadoresy consuelo a los que Uoran. (1) {Dichosa humanidad! Andaba, como ciervo he- rido, buscando anhelosa un manantial cristalino donde curarse, y Jesus la ha salido al encuen- tro, tomando su forma y diciendo4 cada uno de sus individuos que su Corazon es la fuente pe- retne de las misericordias, 4 cuyas aguas pue- den ir todos los sedientos, y acercarse sin dinero, y darse prisa & comprar sin cambio alguno, y co- mer, y tomar vinoy leche. (2) Asi es que no se acerca con fé 4 Jesus ningun atribulado, que no aleance mas de lo que pide, pues 4 la cura- cion de la vista afiade la luz de la fé, 4 la resti- tucion de los miembros corporales la fuerza pa- ra caminar al cielo, y 4 la salud material la es- piritual, perdonando los pecados, expulsando los espiritus infernales y extirpando los habitos de- pravados. ,Quién dudara acercase 4 Jesus, cuando sabe que lo esté esperando ofreciéndole la misericor- dia? Pudiera Jesus escoger otro género de muer- te; mas, quiso morir en cruz, no solo para pade- (1) Isai, cap, 61. v, 1.2, (2) Id, cap. 55. y, 1,