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—105— que ven y tocan de cerca los efectos de su mise- ricordia, dicen que es verdaderamente el Profeta, que hade venir al mundo. (1) Pero otros, que miran sus glorias con envidia y su doctrina con horror, se empenan en envilecerlo en el concepto del piblico, y lo difaman por todas partes. No pue- den echar 4 Jesus en cara el mas leve pecado. Mas, {qué dicen de Jesus? {Qué calificacion da- ran 4 su persona? Que es el amigo de los pecado- res, que estos lo buscan y lo rodean, y que él los re- cibe y come con ellos. (2) Este renombre dan 4 Jesus-aquellos sabios al- tivos, 4 quienes tuvo que reprender diciéndoles, que, si supieran lo que significd el Senor, cuando dijo; que queria misericordia y no sacrificio, nun- ca habrian condenado « los inocentes. (3) Es de- cir que los adversarios de Jesus, que lo persi- guen sin descanso y pretenden desacreditarlo sin pudor, no saben decir de é] otra cosa, sino que tiene un Corazon lleno de piedad y misericordia para con los pecadores, y que no se desdeiia de- jarse tocar de aquellos, 4 quiénes los falsos jus- tos desecharian con desden, diciéndoles: “apar- taos de aqui; no nos toqueis, porque sois inmun- dos. (4) Y esto equivale 4 decir que los peca- (1) Joann. cap. 6.v. 14. (2 maton 15. v. 1. 2. (8) Math. cap. 12. v 7. (4) Isai. cay. 987-8 e