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— todas las cosas planteadas por los reyes,6 por sus subditos ani- mados 4 ello por el ejemplo de sus monareas, para bien de las clases inferiores , seria asunto de nunca acabar; pero. explica- ria el porqué de na cosa que llamarémos fenomenal, cual es el amor que los indios de las Américas, ya civilizados, profesa- ban 4 los reyes caldlicos , aun despues de veinticinco aiios de ve- rificada de hecho; y reconocidade derecho Ja independencia. Si al principiar una insurreccion, justamente ealificada de parri- cida, por haberse iniciado cuando la madre patria estaba com- baliendo por su ‘independencia contra un tirano. extranjero y unas huestes vollerianas, se juntaron los indigenas con los sublevados , fué-por efecto de un error momentaneo: fué por- que el pueblo, que’ oia con docilidad la voz del ministro de Dios, vid que éste cambié de repente la palabra de Dios por la del hombre , el acento de paz por el grito. de guerra, la imagen “de Cristo por la espada y el pufial: fué porque de los labios que le habian ensefiado a no hacer mal 4 nadie, 4 no robar, oyeron que podian coger los tesoros de sus bienhechores como cosa que les pertenecia , y que podian degollarlos como se. de- giiella & un cordero: fué por fin , porque , aprovechandose con astucia de las malhadadas reformas introducidas por los libera- les contra los Obispos , e! clero, los religiosos-y las iglesias , los apéstatas‘de su profesion le dijeron que aquellos mismos es- paiioles, que les habian ensefado la religion catoliea, se la qui- laban y pretendian introducir la heregia: por esto Hidalgo ¥ Morelos, y otros sacerdotes parecidosa ellos , tuvieron tanto sé- quito.de los indigenas en Méjico y otros, semejantes en Vene- zuela, enel Pera y en Buenos-Aires. Pero, el primer momento de furor paso, y los indigenas vieron por sus propios ojos que era una mentira cuanto les ha- bian predicado los ministros de la rebelion, y volviendo a sus hogares , continuaron pensando en sus reyes catolicos como en sus padres y bienhechores; Para comprobar hasta qué punto