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oii, MiMi teccion a la religion, la dicha del pueblo, procurandole todo el bien posible, y la conservacion del reino , defendiéndolo de toda clase de adversarios.. Pero faltariamos 4 lo que nos impone la tarea que hemos emprendido, si no dijésemos algo: relativa- mente a lo que la politica de los Reyes Caldlicos hizo para la recla administracion de los empleos publicos, para el lustre mayor de Ja Iglesia y para el adelanto de las letras, a cuya explanacion dedicarémos el siguiente punto. 2. II. Las ciencias y la administracion bajo los Reyes Calolicos. Quien catndlp profasdamonte el estado de Europa a fines del siglo décimo quinto, advertira que, en materia de literatura, no era muy notable la ventaja quese levaban unas 4 otras. En todas ellas habia respectivamente sus universidades en mayor 6 menor niimero, segun era el de sus habilantes , y en todas des- collaban talentos sobresalientes que daban a luz tratados de ciencias, y enriquecian su literatura nacional y la europea. Y sucedia otro tanto respecto al pueblo, pues todo él en general, tenia la misma cultura; y si habia ignorancia en las clases in- feriores, 6-lo que llamamos supersticion 6 creencia en agiieros 6 hechicerias y cosas semejantes, y disolucion de costumbres, no hay documentos que acrediten veridicamente, que hubiese diferencia en esto entre los pueblos que habitan en el Mediodia, 6 en el Norte, 6 en el Oriente, 6 en el Occidente de Europa. Hoy — mismo, cuando se predica que la Europa central ha llegado al apogeo de Ja ilustracion, hay escritores que con la mas sangre fria , afirman que en Espaiia, por ejemplo, donde nunca han estado, se cree en brujas; pero nosotros, que hemos estado vi- viendo en varias naciones y por bastante tiempo, decimos y afirmamos, porque lo hemos sabido por experiencia, que se cree entre las gentes (le esas naciones en tantas 6 en mas supersti-