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ie. ridad, y se robustecié destruyendo las potestades que pudo, y armandose para derribarlas 4 todas? Sucede , porque el princi- pio de autoridad es indestructible: los hombres. lo destruiran en algunos efectos, pero nunca lo destruiran en la causa, en sun origen., que es Dios. ‘Hemos hecho una abstraccion hipotdtica para ¢ examinar la naturaleza del protestantismo, y ha sido la de dejarlo sin el cé- digo de las santas Escrituras , y tan solo abroquelado con su dogma fundamental del libre examen, que es el dogma de in- yencion de Lutero, Calvino y sus secuaces, por el. cual cada hom- bre es autoridad y polestad para si mismo. Repetimos que esta abstraccion era hipotética : porque el protestantismo es el pro- teo del judaismo en materia de sagradas Escrituras: no puede vivir sin tenerlas siempre consigo, pues constituye en ellas el tribunal de su fe y el depdsito de la verdad. Convenimos en lo absoluto, que las santas Escrituras son el depdsito de la ver- dad; y decimos en absoluto, porque en efecto, las Escrituras son la letra muerta que dice la verdad; pero, realmente, el depdsito de la verdad esta entregado a la autoridad suprema de la Iglesia. No son ellas el juez, sino la regla de las euestio- nes de la fe; pero tampoco es juez de estas controversias, ni de lo que es sentido, genuino en.ellas, sino 1a auloridad de la Igle- sia: ningun individuo aislado, 6 reunido con otros que no per— tenezca a la Iglesia que ensefia, es decir, al cuerpo de maes- tros puestos. por. el reais Santo para poeenen: es juen en esa maleria. . 4... El. prolestantismo ha establecide lo contrario, dando esta magistralura 4 cada uno, de lo cual ha resultado la corrupcion de las mismas Escrituras. No nos digan los hereges protestantes que les hacemos. una injuria en decir que son una asimilacion de los judios: lo son por desgracia, porque tienen la misma constancia que aquellos en conservar los libros santos, pero tambien tienen sus mismas malas mafias: pues asi como los