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— 1437 — dejando para los partidarios de la heregia la insipiencia de Ila- mar confesores 4 hombres obscenos y lubricos en sus costum- bres y tenaces en sostener sus cabilaciones , y para los hombres del moderno racionalismo el dar ese dictado de heroismo a quienes han muerto quizas en un degradante duelo , 6 en algu- na barricada peleando cvntra la autoridad constituida, 6 quizas en alguna encrucijada 6 bocacalle a manos de asesinos , que ne compartian con e} muerto las opiniones politicas 6 los errores sociales. Contrayéndonos, pues, al verdadero significado del martirio, vamos a presentar ua cuadro desconsolador, cuyos negros colores ha derramado en él el protestantismo. - Todos saben que, hace seis aiios , se celebro en Roma la ca- nonizacion de algunos marlires de los tiempos modernos: y to- dos pueden saber cual fué el género de martirio que padecie- ron, y las circunstancias peculiares que lo acompafaron., cuyo conjunto Hama_Ja atencion del hombre observador. No son estos martirios de aquella época que los hombres de la civilizacion moderna se complacen en llamar edad de hierro, de ignorancia y de barbarie: ni tampoco pertenecen estos héroes al numero de los que, confesando.con gloriosa constancia la fe de Cristo en paises inhospitalarios, y en presencia de mandari- nes sin corazon y sin probidad de ninguna especie, han regado con su sangre las regiones de Ja China, de la Tartaria 6 de! Tonquin. Son martires de la época llamada de cultura, de re- nacimiento de Jas letras y de grande ilustracion. Es la Europa, la parte mas. culta del mundo, la region mas civilizada y mas adelantada en ciencia, en legislaciony Ja que blasona de conocer, mejor que ninguna, los llamados derechos del hombre y de res- petarlos, la que es el teatro de esos martirios. Y entre estos martires, hay algunos que han conseguido el martirio, no solo en Europa, sino precisamente en las naciones de quienes se di ce que son los que llevan en su mano la antorcha de la ilustra- cion, y las que han introducido en la sociedad el progreso, |