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= 2a eeu de Espafia, se comprendera lo justo y lo acetate que faé en aquella época el decreto de expulsion de los judios. Los hombres que estan viviendo, hace ya muchos afios, en una sociedad enferma de esceplicismo, y que se han acostum- brado ver Comer en una misma mesa,y tratar de comercio y de politica juntos al judio , al turco , al griego cismatico , al herege y 4no pocos catélicos : los hombres 4 quienes noha chocado , ni siquiera llamado la atencion , que los descendientes de los fran- cos, que tanta gloria tuvieron en Carlo Magno, en San Luis; en Godofredo de Bullones , unidos a los protestantes y a los: pia- monteses , mas unitarios que catdlicos, hayan sido los sostene- dores de la secta carcomida de Mahoma, y que despues hayan tenido congreso , alli mismo de donde salié Carlo Magno para salvar 4 Roma, y San Luis para conquistar la tierra santa, sentando en medio de su asamblea al embajador de turbante y de media luna: los hombres que no han movido un pié, al ver que uno de los concurrentes a ese congreso se ha vuello raptor publico, violento , audaz y s crilego, y le han dado su apro- bacion en esos atentados , no tienen el criterio peculiar que se necesita, para formar juicio sobre las causas que motivaron la expulsion de los judios de nuestra patria, = El eriterio del hombre escéptico 6 indiferente, é filésofo 6 protestantizado, es muy nebuloso para juzgar sobre esas mate- rias. Todo su raciocinio se reduce a decir que eso es fanatismo, y que los espafioles eran unos fanaticos: & lo cual decimos nos- otros, | dichoso fanatismo! ; Dichoso fanalismo, que tiene-por compafiero 4 un Abrahan, que viendo que ‘no podia haber paz entre sus pastores y los de Lol su sobrino, dijo 4 ésle que era necesaria una separacion completa; y despues, habiendo sabido que unos reyes se habiandlevado a Lot prisionero con toda su familia, levanté su gente y les did batalla, rescatando a su deu- do ', ; Dichoso fanatismo , semejante al que ordenaba Dios que ‘Gen. cap. Xi ve 9.:et eap. XIV. v.45.