BCCPAM000539-2-03000000000000

— 118— chos : pero, - generales y jefes eran casi todos alumnos de las logias escocesas , y en vez de defender como soldados. de honor y de lealtad la bandera de su patria, sus derechos y su autori- dad, fueron ellos los que proclamaron el derecho de la rebelion, y los principios de la constitucion que ha amontonado tantas rui- nas en Espafia, y causado la independentia de las Américas. Los. nombres de no pocos jefes superiores , qué han sido la ig- nominia de Espaiia, no nos dejarian desairado en Ta materia, si los pronunciasemos ; ni dejaran de confirmarlo jamas fos valles del Anahuac y Wes Miitos de Ayacucho. Las ‘ideas revolucionarias, introducidas fraudulentamente en Espafia, ‘han dado su resultado completo 'no solo en el cireulo de la religion, sino tambien en el terreno “de nuestra inddstria nacional. Se han destruido miles y miles de conventos’,” cuyos alumnos tenian en movimiento continuo mil y mil telares na- cionales dé lienzos y de paiios y de “olras' telas; pues todos los ‘religiosos por un deber de sti profesion tenian que vestirse con telas y patios del pais, 'y he alif miles de fabricas arruina- das: se han quitado los bienés 4 las catedrales ya las iglesias : se (lerribaron las abadias y los’ conventos , quienes compraban los costosos ornamentos en los (elares de su propia patria, y he ahi destraida la industria de la seda, del tis, de los terciope- los, dé la galonerfa, del damasco y del tejido floreado:'y he ahi rebajado hasta el dltimo grado el arte de la plateria ; pttes este dependia en gran manera para su prosperidad de las catedrales y de las demas iglesias; y otro tanto oilemos decir de otros ramos de la industria y dé la’agricdltura , pues todo ha ido & ménos en nuestra asendereada Espatia. Despies ha venido. esa disipacion Universal, por efecto en st’ mayor parte , de no haber religiosos que con palabras y ejemplos ense- fien al pueblo a-ser modesto y morigerado: ha venido ese Tajo loco en todas las elases: ha venido esa mania de vestitse la francesa, ala parisiense, y apénias hay unamuger, ni aun de la