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— 455 — do de los bienes de la Iglesia, ha sabde-shcaeianal de las clases proletarias, por haber caido esos bienes, que antes per- tenecian a cien mil propietarios, que exigian muy poco a sus colonos, y repartian la tercera parte de sus rentas a familias pobres, en mil compradores de esos bienes , llamados naciona- les , los cuales son verdaderas manos muertas, que devoran en lujo y en suntuosidad los bienes que antes eran el patrimonio de miles de pobres, y obligan al colono a pagar wn quintuplo mas de lo que pagé cuando la Iglesia administraba sus bienes, y no le perdonan ni un celemin, aunque los campos no hayan producido un solo grano por la sequia. ; Bienes nacionales los de la Iglesia! Pues eso mismo pretendemos los internacionalis- tas; la nacion la forma el pueblo, y el pueblo dice, que si los bienes de la Iglesia son de la nacion, no obstante que estaban | consagrados 4 Dios, 4 su culto, y 4 mantener a sus ministros, con mas razon son del pueblo los grandes palacios, las grandes dehesas y los inmensos vifiedos y olivares de los ricos hombres. j Demasiados bienes los de la Iglesia! Pues eso mismo decimos los internacionalistas que sucede en la sociedad, en la cual hay veinte opulentos , que pasan una vida regalada, miéntras milla- res de proletarios sudan sin cesar, para ganar un pedazo de pan. j Quitar los bienes 4 la Iglesia, para aliviar 4 los pueblos con su reparticion! Pues los internacionalistas pretenden hacer otro tanto, repartiendo por partes iguales los bienes de todos entre todos, para que sea una verdad eso que estan publicando los gobiernos modernos, de que todos los hombres son iguales, siendo asi que no lo son. Presidente. Pero bien comprendeis que no podets llevar adelante vuestro sistema, sin cometer violencias é injusticias que, por mucho que se aglomeren, nunca formaran derecho; porque debeis tener entendido, que la cosa robada tiene una voz elocuente que grita siempre contra el ladron. Internacionalista. Sefior presidente, ese lenguaje es muy