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60 Exercicios EsPIRITUALES. alegrías y aflicciones, son medios con que la divina Providencia te llama, te convida, te obliga á recurrir átu fin. Asílo entendieron los Santos; y así vivieron usando de las criaturas para llegar al reyno de Dios, que era su fin. Porque sabemos, decia San Pablo, que todo esto contribuye para el mayor bien de los que aman á Dios. No puedes negarlo, alma mia, porque te lo enseña la experiencia misma. Pero ¡ay! que ol- vidada de tu fin, olvidada de la utilidad y provecho que podias sacar de todas las cosas, segun los desig- “nios de la providencia de Dios, abusaste de todas ellas, y viviste en un perpetuo olvido de tu fin. Abu- saste de la ciencia para engreirte, de las riquezas pa- ra ensoberbecerte, de la salud para vivir segun el desarreglo de las pasiones, de: la enfermedad para desanimarte , de las aflicciones para murmurar, de la alegría para distraerte. ¡O qué trastorno de las dis_ posiciones de Dios! ¡Qué infidelidad 4 su providen- cia! ¡Qué olvido de tus propios intereses! Ponias tú, alma mia, tu fin en las riquezas, y no le halla- bas : buscábasle en las honras, y no le hallabas : bus- cábasle en las hermosuras, y no le hallabas : buscá= basle en las dignidades, y no le hallabas : inquieta y perturbada vagueabas de unas criaturas en otras sin hallar sosiego , sin encontrar descanso. ¡Ah! ¿Co- mo le habias. de hallar, si te embarazabas en mu=