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22 Exercicios ESPIRITUALES. mos la humildad , y con ella practicaremos todas las virtudes ; porque un verdadero humilde las posee to. das: de suerte , que podrá decir con verd 1d de la humildad, lo que Salomon afirmaba de la sabidu- ría : que todas las cosas buenas le habian venido con ella (1). 2 Un Sacerdote humilde trabaja fervoroso por agradar á Dios , reputándose indigno de las divinas piedades: no apetece los honores ni empleos de la Iglesia, estimándolos como superiores á sus méritos: permanece tranquilo desempeñando las obligaciones de aquel. grado en que la divina Providencia le colo- có en la gerarquía eclesiástica, sin inquietar á los de- mas Sacerdotes , sin estorbar sus pretensiones, ni po- ner obstáculos maliciosos 4 sus designios. El recibe sin perturbacion los desprecios, no toma venganza de los agravios , ni exige satisfacciones, creyéndose el peor de los nacidos , y teniéndose por indigno de vi- vir en el clericatos El disgusto no tiene entrada en el corazon de un Sacerdote humilde; porque éste siem- pre imagina que hace poco , siempre aspira por ha- cer mucho , y siempre practica , siguiendo esta vir- tud , lo mas heroyco. (1) Venerunt autem miki omnia bona pariter cum illa. Sapient. C. vIL. y. 11.