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DIA QUINTO. q5t ignorante , extrangero ó nacional, nace para el tra- -bajo como el ave para volar (1), ¿cómo podremos ha- llar los Sacerdotes algun efugio para eximirnos de es- ta obligacion universal? ¿Nosotros , que como hom=- bres, como Sacerdotes, como predicadores, como con- fesores; como pastores de las almas , tenemos tantas obligaciones que cumplir, tantas cargas que soportar, y tantos ministerios que atender pornuestros bene- ficios ; por nuestras capellanías, nuestras prebendas, canonicatos y obispados?:¿WNosotros, que estamos en- cargados :de unos, asuntos los mas importantes, los mas dificiles, los mas gravosos , y losímas inexcusa- bles? ¿Nosotros, á quienes se nos ha encomendado el promover la mayor gloria de Dios, la extension de;la fe, la publicacion del Evangelio, el honor y lustre de la santa Iglesia, la salud de las almas. , el remedio de los pecadores , el amparo de los justos, la asistencia espiritual de los enfermos, la instruccion de los igno= rantes, la administracion de los sacramentos, y la confusion de_los enemigos del nombre de Jesuchris- to? ¿Cómo , venerables Sacerdotes, podremos sin estremecimiento considerar las fatigas incesantes, los sudores continuos , y los trabajos perpetuos que piden en nosotros estos ministerios tan irreprehensi- (1) : Homo mascitur ad laborem ,et avis ad volatum. Job, C. Ve. VEIS. 7. Tom. Í, Yy