BCCPAM000538-4-28000000000000

340 Exercicios EsPIRITUALES ¡Siempre penar! ¡Nunca han de tener término, nun- ca fin! ¡O incomprehensible eternidad! ¡O no ménos incomprehensible insensibilidad de los mortales! ¿Cé- mo si se cree la interminable duracion de los tormen- tos del infierno , se puede hallar gozo en los placeres del mundo? ¿Cómo tiene el pecado tanta fuerza, que nos haga olvidar la eternidad? ¿Cómo á su vista puede parecer dificultosa la virtud? ¿Cómo hay tan- tos Sacerdotes imperfectos creyendo estas verdades? Pues añade, alma mia, si algo es posible añadir, que toda esta eternidad de penas y todos estos tor- mentos se han de padecer sin interrupción, sin:ce- sar un instante, sia diminucion, sin alivio y sin con- suelo. En esta vida quando hay trabajos, penas, do- lores , tormentos y enfermedades, no siempré se pa- dece ; porque los dolores se mitigan, las enfermeda- des con las medicinas se alivian, y las penas se dis- minuyen con el consuelo de los amigos y los parien- tes, y acudiendo á Dios, y ofreciéndole los traba- jos se consuela una alma ; pero en el infierno , nulla Test redemptio , no hay que esperar que las penas se disminuyan , ni que los tormentos se mitiguen ó in- terrumpan. El infeliz condenado siempre y en todo momento tendrá presente en su memoria el bien in- finito que perdió, y los innumerables males en que incurrió. Los demonios. y los demas condenados no

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz