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DIA QUINTO. 339 siglos sucederán otros de nuevo , y el infeliz conde- nado siempre estará en el principio de su eternidad. Verdad es de fe, que si un condenado derramase una sola lágrima de mil. en mil años , y esta se con- servase por la omnipotencia de Dios , aunque Cain, que fué el primero que sepamos haberse condenado entre los hombres, no habria aun derramado siete lá- grimas; vendrian tiempos en que se podrian formar rios caudalosos con aquellas lágrimas: vendrian siglos en que se formarian mares con tanta inmensidad de aguas como los de ahora: vendrian tiempos en que -Hegarian á ser un diluvio de lágrimas, como el de los dias de Noe : vendrian siglos en que formando mon» tes sobre montes de lágrimas, subirian hasta el cielo _ocupando el inmenso. espacio del ayre: vendrian _Aiempos... Pero ¡ay ! que la atencion se pierde, la vis- ta del entendimiento. no alcanza el punto de líneas tan interminables : la aritmética carece de números para sumas tan multiplicadas de años y de siglos. Sin embargo , alma mia , verdad es de fe que despues de estos millones de millones de años : despues de otros cien mil millones de millares de veces que se repitan estos siglos, el fuego del infierno estará vivo , el cuer- po y el alma tan capaces de padecer, y tan sensibles en el penar, y Dios tan indignado, y tan implacable como en el primer instante. ¡Siempre han de padecer!