BCCPAM000538-4-28000000000000

DIA QUINTO. 313 que recibió, y la gravedad espantosa de este pecado? A la verdad, parece. que no queda otro arbitrio que imitar al mismo David, quando hablando á Dios con un'corazon contrito y humillado, le decia: 46 occultis meis munda me, Domine, et ab alienis parce servo tuo. Mas nunca lo podremos decir, si primero con el san- to Job no pedimos á Dios con un profundo respeto que nos manifieste nuestros escándalos para llorarlos amargamente : Scelera mea et delicta ostende mibi, Nosotros los Sacerdotes somos, decia San Ambrosio, los pastores de la grey de Jesuchristo: el mismo Dios humanado nos llama sal de la tierra y luz del mun- do: San Pablo nos manda en persona de su discípulo Timoteo , dar en todas las cosas buen exemplo. Exáminemos pues, venerables Sacerdotes, como llenamos esta gravísima obligacion. No dudo que sabeis que el escándalo es un dicho 6 hecho ménos recto:que da al próximo ocasion de ruina espiritual, Tambien se incluye aquí la omision de aquellos dichos ó hechos que causan ruina espiritual, por la obli- gacion que tenemos de no omitirlos. No es necesario que el dicho ó hecho sea en sí pecaminoso; basta que le falte aquella rectitud que deberia acompañarle para no dañar al próximo, Tampoco es necesario que efectivamente le dañe: el que sea de suyo ocasion es suficiente. Mirad si teneisen vuestras casas algunos Rr 2

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz