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Dia QUARTO: 209 oracion, y cuidar del regalo de la carne á toda costa? Pues tal está el Sacerdocio: Sicut populus , sió Sacer” dos. Si el pueblo está hirviendo en vicios, si la tierra está corrompida y llena de maldades, id al Sacerdo= cio, y allí hallareis el orígen de tanta desventura, Pa- labra es de Dios, venerables Sacerdotes, que no: es mia , y primero faltarán el cielo y la tierra que ella falte: 4 Propbetis Hierusalem egressa est pollatio super omnem terram (1). Todos lo vemos , todos lasti» mosamente lo lloramos. Entra un Sacerdote de mal exemplo en un pueblo , un Sacerdote enemigo dela oracion, del retiro y del estudio , (de esta clase de Sacerdotes malos hablamos, sean pocos Ó sean mu- chos, pues á los buenos los veneramos con el respeto mas profundo) un Sacerdote marcial, alegre , diver= tido , nada escrupuloso., y como él dice, enemigo de beaterías y superficialidades: da luego principio á sus visitas , entabla amistades, y freqiienta las conversa= ciones. ¿Pero qué conversaciones? ¿Qué amistades? ¿Qué visitas? Conversaciones en que juega el chiste, el gracejo , el equívoco: conversaciones en que se permiten las palabras libres, picantes, denigrativas; conversaciones en que se, habla de todo, ménos de Dios y de la terribilidad de sus castigos y la eternidad (0). Jerem, €, XXJIL Vo» 15.

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