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274 ExeRrcicIos . EsPIRITUALES. nignidad , todo clemencia, le dice: Euge serve bone et fidelis. Entra alma feliz en el gozo de tu Señor, pues has cumplido fielmente con lo poco que te man- dé en el estado sacerdotal en que te colocó mi pro- videncia; Sube , alma dichosa , en mi compañía á la patria celestial. ¡O qué nueva tan feliz! ¡O qué suerte tan apetecible! Dirupisti, Domine, vincula mea: tibi sacrificabo hostiam.Jdaudis. Eternamente bendecirá mi alma al Señor, dirá regocijado el buen Sacerdote, pues rompiste las cadenas de mis temores: yo te alabaré por los siglos de los siglos en compañía de tus escogidos. Este es.el dia que desde la eternidad hizo Dios misericordiosamente para mí: yo me re- gocijaré, yo me alegraré en él: Laqueus contritus est, et nos, liberati sumus. Ya he quedado libre del lazo de la carne, en que mi alma estaba detenida con ¡n= certidumbre de mi eterna. suerte. Ya se llegó el dia en que con los 4ngeles. y. bienaventurados formaré coro para cantar «el «trisagio soberano: Santo, San» to , Santo , Dios y Señor de los exércitos, llenos €es- tan los cielos y la' tierra de tu gloria. ¡O bien em- pleados trabajos! ¡O dichosas-fatigas-que tanta di- cha. mereciéron 1 Elige, alma,,mia , de estas dos suertes la, quemas bien te parezca ;-pero mira, no yerres en la eleccion , pues no te importa ménos que una eternidad dichosa, ó infeliz, e