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A 224 Exercicios EspPIRITUALES. turas para cosa alguna. Si nos sacó de la nada, si con un amor incomprehensible nos llenó de sus mise. ricordias', fué porque quiso que le amaramos. Este fué su designio eterno. No nos pide otra cosa que el amor: Quid Dominus tuus petit d te... nisi ut diligas eum'(1)? Este amor puro del Señor es incompatible con el pecado mortal que mata al alma , así como la perfecta caridad la vivifica, El exige además que nos abstengamos de las culpas veniales voluntarias 6 cometidas con advertencia , y que nos exercitemos en los actos mas freqiientes de las virtudes teologa» les , cardinales y morales , para que la criatura ra+ cional sea agradable objeto al Señor , en gee vive, por quién se mueve y existe 00 ' Ya teneis aquí , verierables Sacerdotes , sólidas mente establecida la obligacion del amor para acer. carnos á celebrar;'porque si para vivir virtuosamente entre las gentes le: necesitamos , ¿quánto le habre- mos menester para acercarnos á Dios, para unir- nos 4 Dios, para endiosarnos en Dios?¡Ah! Serafi- nes deberíamos ser en el amor para comer aquel pan delos Angeles que baxó del cielo', y da vida al mun: do > aquel máná que contiene todos los sabores ; y aquel vino que engendra vírgenes. Pero ¡ó desgracia (1) Deut. c.x. v. 12.