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Dia TERCERO. 223 Amemos á Dios, decia el Evangelista San Juan, porque Dios nos amó primero nosotros. Nos amó «desde el principio de nuestro ser , nos amó ántes de "nuestra existencia', nos amó quando criaba el mun- do , y nos amó desde su misma eternidad: Di/¡gamus Deum, quoniam ipse prior dilexit mos (1).: Nosotros amamos el alimento que nos sustenta , el vestido que nos abriga , la. casa €n que habitamos, y el. empleo que servimos: amamos el sol que nos alumbra, la tierra que nos sostiene, .el ayre que respiramos , el fuego con que nos calentamos, y el agua con que nos refrigeramos : nosotros amamos la patria en que na= cimos, el pueblo en que vivimos, y las gentes con quienes tratamos ; ¿ y no amarémos. 4 Dios de quien recibimos -todos-estos bienesy otros innumerables? ¡O Dios inmortal ' ¿Qué seria el hombre si no te ama- se? Seria un impío, un sacrílego, un ingrato , un es- clavo; un ciego, un muerto. Sí, señores: Qui non diz digit», manet. in morte (2). No necesita el Señor nues- tras riquezas:, nuestros. respetos , nuestros cánticos, ni nuestras alabanzas: él es riquísimo , santísimo, perfectísimo , y toda una eternidad estuvo en sí mis» mo infinitamente perfecto sin necesitar. de las crias (1) Joan. Epist. 1.c. 1v. Y. 19. (2) Tbid. c. 111. Y, 14» z Tom. I, Ff

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