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184 Exercicios EsPIRITUALES. po, la sangre y el alma, sino la misma divinidad de Jesuchristo, que contiene en sí natural y eternamen- te todo bien: el sumo, el infinito, el universal y per- fecto bien : es todo Jesuchristo, Rey inmortal de los siglos, Dios y hombre verdadero, nuestro Criador, nuestro Salvador , nuestro Redentor, hijo unigénito del eterno Padre, igual , coeterno y consubstancial con él y con el Espíritu Santo en el ser, en los atri- butos y en las perfecciones de su incomprehensible divinidad; pero menor, desigual y de otra substancia en la condicion, naturaleza y propiedad de aquella pasible, sacratísima, deificada humanidad , que- por virtud del Espíritu Santo recibió de la purísima, santí- sima é inmaculada Vírgen María, para ser la restau- racion y la redencion de todo el linage humano por sus exemplos, sus virtudes, sus méritos, su pasion y su sacratísima muerte. La hostia que ofrecemos es el Mesías prometido, el deseado de las gentes, el reve- lado:á los patriarcas, el anunciado de los profetas, el suspirado de los justos, el esperado de los pecado- res, el Angel del gran consejo, el Príncipe de la paz, el Padre del siglo venidero: el resplandor de la glo- ria, la figura mas expresa de la substancia del Padre, y la luz verdadera que alumbra á todo hombre que viene á este mundo : es nuestro pastor, nuestro mé- dico, nuestro maestro, nuestro padre, nuestro hér- .. . .