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Dia SEGUNDO: 137 ñor que estan muestras suertes en sus manos, y que sabe, puede y quiere quando le agrada , al modo de un alfarero, como el mismo-Dios se explica (1), ha- cer de una misma masa de barro y yasos de honor y vasos de ignominia , y colocarlos donde y como le parezca; con todo eso, el modo regular «de la pro- videncia ordinaria del Señor, es elegir para ciertos y determinados estados, ciertás y determinadas per- sonas , dándoles particulares inclinaciones, ponien- do en ellas varias 'señales que las marcan y distin» guen del resto de las demas gentes : llamándolas,: atrayéndolas, inclinándolas suave y fuertemente mas £-un estado que á otro, mas á un empleo que á otros, mas por Er al Sacerdocio, que al matrimonio ó celibato. - ab y sr |sivite lab aio Así lo hemos visto en nuestros Julianes de Cuen- ca, en los Nicolases de Mira, en los Isidoros de Se- villa , en los Ferreres, Tomases de Villanueva, en los Franciscos de Sales, en los Borromeos y. otros milla= res de santos Sacerdotes , en quienes se vieron unas casi evidentes señales de que los llamaba Dios para predicadores de los pueblos , reformadores de las » yb Ls ho 132910 (1). Sed et figulus mollem terram premens y laborios? fingie ad usus nostros unumquodque vas , et decodem luto fingit que munda sunt y Cc. Sap. 0 AY VJ 2000 S 2 y