BCCPAM000538-4-28000000000000
DIA SEGUNDO: 123 Señor, diré tambien con el Apóstol San Pablo , que camineis por una vida: digna de vuestro carácter sa- cerdotal con toda humildad y mansedumbre, sufrien- do con toda paciencia y amándoos en caridad (1). Dios , que es tan fiel en sus promesas como terrible en sus amenazas, no baxó del cielo á la tierra á lla- mar los justos , sino los pecadores á penitencia. No debemos cerrar nuestros oidos á sus voces, sino asirnos fuertemente á esta única tabla que nos ha quedado para salvarnos despues del naufragio de la culpa. > Ven pues á mí, penitencia santa, yO quiero abrazarme con tus saludables rigores. Tú eres la que de un pródigo relaxado , hiciste un jóven arrepenti- do: de un Saulo perseguidor , un Apóstol incompa- rable : de un Pedro perjuro, un Príncipe de la Igle- sia: de un David adúltero y cruel, un Rey peni- tente : de un Publicano un justo; y en suma , de to= dos los pecadores que han correspondido á la voca- cion de Dios, unos hombres virtuosos é irreprehen: sibles, Penitencia santa, ven á mí, reforma los des- (1) Obsecro vos... ut digne ambuletis vocatione, qua voca- ti estis, cum omni humilitate et mansuetudine. Epist. Paul. ad Ephes. c. 1V. V,-1+
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz