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102 Exeacicros EsprrITUALes. tas? ¡O formidabley asombrosa insensibilidad! ¡O- Dios: mio! !Padre mio! ¡Redentor mio! Abru- mado del peso inmenso de mis pecados, horroriza- do de su multitud y enormidad , pegado contra el polvo sin atreverme á levantar los ojos, hiriendo mi pecho, rompiendo mi corazon de sentimiento , de- seando un mar de lágrimas en que anegarme entre suspiros , sollozos y. llanto-, qual otro avergonzado publicano clamo á vuestra misericordia, diciendo: Propitius esto Domine mibi peccatori. Pequé, Señor, contra tí, que sois bien infinito, inmenso y sumo bien. Tened piedad de mí: Peccavimus, iniquitatem Fecimus, impie egimus , et recessimus d mandatis tuis, Nosotros, viles gusanillos de la tierra, ingratos, re- beldes y desconocidos , tuvimos la bárbara osadía de ofender á vuestra adorable Magestad , de insul- tar vuestro infinito poder, de irritar vuestra justicia, y de abusar de vuestra misericordia ; pero ya vuel- tos en mejor acuerdo, conocemos que pecamos, con- fesamos haber obrado mal, y procedido iniqua= mente. ¡O quién nunca hubiera pecado! ¡O quién nunca hubiera ofendido la bondad infinita, la mise= ricordia inmensa de mi Dios! ¡O pecado, quán amar= ga. es tu memoria , quán: funestos tus efectos, quán breves tus gustos, y quán eternos tus daños!