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PLATICA ULTIMA. 407 substituyendo en'su lugar el:exceso y la indecencia. Losjuegos puedeh considerarse como una diversion lícita, honesta y meritoria; y pueden mirarse como únz'ocupacion mala, pecaminosa y perversa: hay sin duda juegos 'buenos y juegos malos: nadamas jústo que el hombre explaye: inocentemente su espíritu, fa- tigado porlas ocupaciones sérias y trabajosas,con una diversion lícita por todas sus circunstancias: lícita por el tiempo que én ella emplea , que deberá ser el pre- cisó para recuperar sus fuerzas, y volver despues con nuevo fervor al cumplimiento de sus trabajosas.ocu= paciones:lícita por el cortointeres que en ella se atra viesa: lícita por las personas virtuosas Con quienes juega y se diviertes lícita en fin, por la moderacion, simplicidad y honestidad-que en todointerviene: por la moderacion, digo; enel tiempo , en la aplicacion y en el afecto: por la simplicidad en la rectitud y pureza de intencion; y porla honestidad en la subs=- rancia:y! en :elmodo: Parece queel Apóstol 5. Pablo nos enseña esta doctrina quando nos idice* .Ut ábnez gantes 'impletatenn; et sévildariadesideria, sobrie tt juste es pie vivamus ih boo saculo(y) + que el Señor nos enseñó 4 negros dla impiedad! yá! losdeseosárimo- derados del siglo , para que vivamos sóbriamente en 141 dino mí INT .<n- 4) (1) Epistola Paul. ad Titum, C. 11. V. 12, ¿E 0