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384 Exzacioros EsPIRiTUALES. Climaco nos refiere del virtuoso Abad Esteban, que habiendo pasado quarenta años en el desierto en los exercicios mas heroycos de las virtudes, y enla prác» tica de la. penitencia mas austera ,estando para mo= rir empezó á temblar y á responder-como á una per» sona que le acusaba. “Es verdad , decia , pero por eso ayuné rigurosamente tantos años : no hay tal co» sa, no hice eso de que me acusais , respondia otra vez: eso sí, teneis-razon, yo cometí ese defecto; pero por. él hice tanta penitencia: tambien eso es verdad , lo confieso , y nada tengo que alegar en mi favor sino la infinita: misericordia de Dios, á la que humilde y confiadamente me acojo,” Y diciendo es=. tas palabras espiró , dexándonos inciertos de su des». tino eterno (1), Tambien sabeis lo que sucedió al grandeS. Hilarion acercándose al último momento. Su alma benditísima al mirarse 4 las puertas dela eternidad, y 4la entra - da del juicio de un Dios infinitamente santo, infinita» mente justo, sabio y omnipotente, temia, rezelaba se. pararse de su cuerpo, y temblaba la cuenta que iba 4 dar al Señor. Anlmábala el Santo, y la decia; O anima mea! egredore, quid times? Septuaginta annis servis- ti Christo y 24 mortem times +. Quibus in verbis spis (1) “5. Joan Climas, gradus a. de