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348 Exercicios EsPIRITUALES. des, estando presentes á todos sus apuros. Aquí se encierra aquel ardiente zelo que debeis tener por la salvacion de vuestros súbditos, para remediar. sus culpas, y desterrar de vuestra parroquia los odios y enemistades , las torpes comunicaciones y embria- gueces, las usuras, los juramentos, las blasfemias, las palabras indecentes , y en suma, todo pecado de escándalo : Dios os ha puesto en la parroquia como á Jeremías en su pueblo, para arrancar y destruir los vicios , edificar y plantar las virtudes (1). Aquí aquella firmeza de ánimo , aquella constancia de es- píritu para no rendirse á los respetos humanos , ni ceder á los trabajos mas penosos quando se trata de evitar las ofensas del Señor , y salvar las almas. “No tema el pastor, decia San Juan Damasceno, el tra- bajo que trae consigo el querer poner remedio á todo esto. No tema las dificultades que sin duda encontra- rá al procurar el bien de sus ovejas. Acuérdese de quanto padeció Jesuchristo, hasta darla vida por las almas: acuérdese de que ni los oprobrios, ni las inju= rias, ni los tormentos, retardaron la heroyca caridad . del Señor para llevar las ovejas sobre sus hom- bros: acuérdese de este divino exemplar , y tema (1) Ecce constituite...ut evellas et destruas, et edifices et plantes. Jerem. C-1-v+ 10.