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346 Exercicios EspIRITUALES» et greges tuos diligenter considera (1). Y en Otra parte nos dice tambien su Magestad : Pecora tibi sunt? attende illis (2). Conozco que voy caminando al término rápida- mente, dándoos no una doctrina mia , no una doc- trina nueva , sino la doctrina sana , la doctrina de la santa madre Iglesia sobre el particular de que tratamos, bien que ceñida á los menores términos; pero así es menester para no dilatarnos demasiado. Este conocimiento de las ovejas no ignorais que exi> ge una grande vigilancia sobre su conducta en los pastores; porque mal podrian conocerlas como col- viene , si «no atendiesen cuidadosamente á indagar sus pasos, averiguar sus costumbres, y tener una no- ticia exácta y circunstanciada de sus operaciones. San Pablo se lo encargaba así 4 su amado discípulo Timoteo , quando le decia: Tu vero vigila, in omni- bus labora, opus fac Evangeliste , ministerium tuum imple (3). Esta misma vigilancia vuelve 4 encomens dar 4 los pastores del rebaño de Jesuchristo , quan= do escribiendo á los hebreos les dice , que ellos ye- lan sobre su grey », colmo que han de dar cuenta á “(y Proverb. c. XXVII. Y. 23 (2) Eccli. €. vI1» Y. 24: (3) Epist. Paul. ad Timoth. 11. C. TV. V-S: IP