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(340 Exercicios ESPIRITUALES. divinos eféctos. Sin este requisito, ni ellos podrán re- recibirlos digna y fructuosamente , ni vosotros admi- nistrarlos como conviene. ¿ Y esto, quién lo hace? Y esto ¿quién lo practica? Consideradlo , venerables Párrocos , miéntras vamos á: deciros algo de las de- mas obligaciones vuestras. Bien quisieramos detenernos en explicar el buen exemplo con que los Párrocos deben por derecho di- vino apacentar á sus ovejas en todas sus obras , como lo dice el Tridentino; pero como de este impor- tantísimo punto hicimos ya una Plática, nos con- Aentaremos con dar las palabras del santo Conci- dio , y algunas otras de la Escritura y los Padres, por no dilatarnos demasiado. “Procuren los Obis- pos, dice , que sus clérigos, particularmente los.cons- tituidos para el gobierno de las almas, no vivan relajados, y que se ajusten á la honestidad de vi- da que pide su estado y- oficio. Porque: si en las costumbres de estos se permiten relajaciones y desór= denes , ¿cómo podrán reprehender las de los legos que con una palabra los podrán convencer, diciéndo- les que ellos toleran y permiten que sus pastores sean peores que ellos? ¿Y cómo los curas podrán tener li- bertad para corregir á sus súbditos , quando estos en su corazon y dentro de sí mismos , les podrian re- plicar : lo mismo que nos reprehendeis , eso propio