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Dia DECIMO. 333 obligacion! Pero advertid que no es menor respecto de los enfermos. El ritual romano no solo manda á los Párrocos que los visiten, y exhorten á que se confiesen ,-como acabamos de decir, tambien les encarga que los amo" nesten á recibir en el viage peligroso de la eternidad este divino Viático, para que fortalecidos con él lle- guen con felicidad al término de la bienaventuran= za (1). ¡Quántos por un descuido culpable en los asis. tentes , en los médicos corporales , y en los espiri- tuales , han llegado al momento espantoso de que depende la eternidad sin haberle recibido! ¡Quántos han llegado á recibirle , quando ya perturbados los sentidos del cuerpo, y ofuscadas las potencias del al- ma con la gravedad de sus enfermedades , ho'sabian distinguir esta vianda del cielo de los manjares de la tierra! ¡Quántos poderosos, quántas señoras de la mayor gerarquía, que en esta parte son mas infelices que los pobres , serán en el último juicio formidables testigos de esta verdad! Velad pues, venerables Pár= rOcos, para no incurrir en esta falta con vuestros fez ligreses , ya sea quando estan sanos , Ó ya quando se hallen enfermos. Velad' para que á estos no les falte el sacramento de la Extrema-Uncion, (1) Ritual. Roman. de cura et visit. infirmor.