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Dra DEcIimO, 329 dres mios , una doctrina toda pura, toda santa, toda del cielo: una doctrina enseñada por Jesuchristo 4 sus Apóstoles, y á los sucesores de estos los Reverendos Obispos , 4 quienes el Espíritu Santo puso para regir la Iglesia de Dios: en ella vemos una jurisdiccion es- piritual dada por Dios 4 los hombres, para atar y desatar las almas, para administrar los Sacramentos y anunciar el Evangelio 4 toda criatura : en ella ve= mos el órden y la economía divina con que Dios nues- tro Señor estableció su Iglesia, sus Sacramentos y sus ministros; y en ella finalmente vemos verificada aquella indefectible promesa de que su Magestad es. taria con los hombres hasta el fin y consumacion de los siglos. Lo estamos viendo , lo estamos tocando con todos los sentidos : vemos al Señor en nuestros templos , le consagramos en nuestros altares, le re- servamos en nuestros sagrarios, le distribuimos á los fieles, á quienes administramos los demas santos Sa- Cramentos, como es de nuestra obligacion , y con= forme 4 nuestro sagrado ministerio, Esta es, vuelvo á decir con el santo Concilio de Trento, nuestra obligacion , apacentar las ovejas del buen Pastor Jesus con la administracion delos Sacra- mentos: Oves suas pascere S acramentorum adminis. tratíione, Cumplamos lo que ofrecimos ayer de conti= nuar hoy esta explicacion, y siel tiempo nos lo per- Tom, 11, Tt