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Dia NOVENO. 267 tales nos toca, en lo que solo sirve al gusto y cu- riosidad de vuestros ojos. Nuestra vida la estais con- sumiendo en vuestras vanidades, pues á nuestras necesidades se les quita lo que consumis en ellas (1. ¿Cómo dexará el Señor de escuchar el clamor de tantos pobres? ¿Cómo mirará la causa de ellos? ¿Quánta será su indignacion contra los avaros? Otra tanta 4 lo ménos como su misericordia y agrado con los compasivos y limosneros. Estos que-atesoran en el cielo, donde ni la polilla deteriora los vestidos con que cubrieron los desnudos miembros del pobre, ni los ladrones roban:los dineros depositados en: las manos de los necesitados: estos, que reducidos en la tierra á una mesa frugal, á unos gastos modera- dos con su familia, á un vestido modesto y decente en su persona, á unos muebles pobres, aseados y limpios en su casa, viven con unas costumbres sa- cerdotales , con un espíritu de pobreza evangélica, enseñado por Jesuchristo., y con una conducta digna de un ministro de un Dios crucificado , esperando la retribucion eterna de aquel Dios misericordioso que recibe en sí mismo el socorro dado al pobre por su amor. Estos Sacerdotes son la gloria de la Iglesia , el honor y decoro de su estado , y la edificacion de to- - dl (2) .D. Bera. ?».