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DIA OCTAVO, 225 cia , pero acompañados de una competente ciencia; sentémonos .en el confesonario ,. pero revestidos de una fortaleza christiana. Esta virtud es una de Jas mas bellas dotes: de un buen. confesor : Noli querere fieri judex.,. nisi, va» leas virtute irrumpere injquitates (1) , dice el Señor, No 'pretendas ser juez de. las almas, si no. tienes fortaleza: y espíritu para contradecir á la iniquidad. No tratamos ahora: de aquella robustez ó fortaleza del cuerpo que hizo,famosa 4 :Sanson , Odoia ». Je- diel ,. Saúl , Josué , Judas Macabeo., Matatías y ¡Otros insignes varones. que nos' refieren los santos libros; asi como las historias de los; imperios nos hablan de los, Alexandros , los: Pompeyos, los Anpibales ,. los Milciades. y. otros muchos, Hablamos sí, de aquella virtud del ánimo que el Espíritu Santo nos concede por los méritos de Jesuchristo., para que resistamos con firmeza 4 las molestias: exteriores , y, no. nos de- xemos vencer. de los enemigos domésticos, que..son huestras pasiones.; Aquella fortaleza , que como 'se nos dice en el Exódo:, y .confesaba David de sí mis- mo, es el Señor y.ó: viene. del Señor 4 £omo ua don particular con que nos favorece :: fortitudo mea , et laus mea Dominus (2). Que aun por eso se nos di= (1) Eccli.. c. yn, y. 6. (2) Exod. c.xv.v. 9 Tom. 11, ! F£