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20 Exercicios EspPIRITUALES» mos de una y otra en este dia. Hablaremos de la cas- tidad esta mañana , reservando para la tarde el decir algo sobre la ciencia. Nada hay mas digno de vues- tras atenciones, porque un eclesiástico impuro é igno- rante, es un borron feísimo de su estado, es un hijo de dolor de su santa madre la Iglesia , es un tropiezo y escándalo para los fieles, y €s un individuo perjudis cial en la sociedad humana. Hablemos de la castidad, de aquella virtud hermosa, amada de Dios , compa- ñera delos Angeles, adorno de los Profetas, corona de los Apóstoles, fortaleza de los Mártires, espejo de los Confesores, carácter de las Vírgenes, y ocupacion di- chosa de todos los predestinados. Ven pues 4 mí, ¡ó castidad amable! ¡castidad predicable! ¡castidad venerable! Conviérteme todo en. tí,. para- que mis pensamientossean castos, Castas mis palabras, y cas- tas mis obras. Mi cuerpo y mi alma sean digna mo- rada tuya, para que mi corazon lo sea de las carnes virginales del Hijo de la Vírgen. Hablemos de la cas- tidad, y procuremos decir alguna cosa de lo recomen- dable que ha sido en los Sacerdotes del gentilísimo, Enlos Sacerdotes del judaismo, y en los Sacerdotes del Christianismo. Dios nuestro Señor, que es la santidad y pureza por esencia, nos conceda un amor grande á esta angélica virtud , y un sumo aborrecimiento á la sensualidad, por los méritos de la purísima Virgen