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166 Exercicios ESPIRITUALES. cible al mismo Dios? ¡Ay de mí! El pecado rompió tan sagrados pactos: el pecado atropelló tan vene- rables leyes; y el pecado destruyó todas las venta= jas que nos preparó la venida del Redentor. Pero, Dios mio, 4 vista del pesebre en que Os mostrais, quiero firmar unas nuevas paces conmigo mismo por una mortificacion continua : con mis próximos eon una exemplar conducta; y con Vos por medio de una total enmienda de vida. Fortificad con vuestra gra- cia mis propósitos , para que á vista de vuestras lá- -grimas en el pesebre, nunca cesen mis ojos de imi- taros en ellas, y de pediros misericordia.