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Dia octavo. 1ÓL cia?... ¿Tendrás voluntad de entablar una vida con- forme á la santidad de tu carácter?... Al acercarte al sacramento de la Penitencia , ¿pides á Dios el dolor de tus pecados, ó presumes que bastan las fuerzas na- turales para tenerle?... En las tribulaciones y adver- sidades de la vida, ¿te dexas arrastrar del furor ó la desesperacion ?... ¿Dices que Dios aprieta mucho, que es muy riguroso?... ¿Haces en estas y Otras muchas ocasiones los actos de esperanza , como estas obliga- do?... ¡O quántas ocasiones tengo yo, Dios mio, de conformarme con vuestra adorable Providencia! ¿Pero me conformo?... ¡O qué confusion para mí ver que los mundanos emprenden viages, sufren vientos, aguas , nieves, soles, granizos , piedras: pasan mon- tes, atraviesan valles, páramos, rios y mares por unos bienes transitorios, por unos bienes temporales y perecederos! ¿Y nosotros por unos bienes intermi- nables y eternos , ni nos afligimos , ni nos mortificas mos, ni queremos sufrir la menor incomodidad? Ellos por la Esperanza de un bien aparente todo lo sufren , todo lo toleran; ¿y nosotros por la esperan- za de un bien verdadero nada queremos tolerar? ¿Es esto obrar con juicio, y con prudencia ? Exáminadlo bien , y tratad de mejorar vuestras costumbres, Lom. IT, X