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(76..) de ordinario le notaron levantarse 4 deshoras dé la noche , buscará su Capellan, ia otro Sacerdote, que se hallase en casa ,rogarle se vistiese , para oirle en confesión ; y absolverle de alguna venialidad no Cor: fesada, de que se hubiese entonces acordado. Sabia que, al modo de la levadura , que una pequeña por- cion suya basta , para corromper toda la masa, asi el pecado venial, aunque aetual, y uno solo, es UR te, para ocasionar notables daños,y graves perjuícios en el alma ; y. de aquí infería le necesidad de elegir, y usar varios, y diversos medios para alejarse de su costumbre , quanto para procurar la perfeccion 4 á que estaba , y estamos todos obligados. No camina bien , ni aspira como debe á la per- feccion de la virtud aquél, que, quitando los impedi- mentos, no añade el uso,y practica de los medios,que A ella lo conducen. Estos se miran, y son unos, como instrumentos; otros como meros subsidios, para mas fa- cilmente conseguirla. El Santo Abad Moysés, citado para este intento del Señor Santo Thomas ( 1-) nos elice 5 ,, que la meditacion; los ayunos , las vigilias, 2, y demas generos de mortificacion son los instru» $, mentos, y medios por donde se llega, y con que ,, sesubeá la perfeccion. “* En efecto , ella es nece» saria para adquirir la santidad, O verdadera sabidu- ría, (1) 5 Thom. 3. £, q 184- arsic. 3 . 10 hh corpora, 72