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(65) el Señor Dean todo este lleno de perfeccion asi expli: cado: no me empeñaré en ello, porque ni es del asun. to, ni tampoco a mi me corresponde asegurarlo: bástame para la comun edificacion el proponer algo" de lo que hizo relativo á esta doctrina. De la pacien- eia dice la Divina Escritura, que leva consigo la perfeccion , y que quien la poseyere, cumplirá la vo- luntad de Dios. De ella es propio el sufrimiento , y tolerancia en las injurias. Algunas recivió el Señor Dean , oyendo sin exterior alteracion en varias 0Ca- siones, palabras duras, indecorosas , y picantes en no pequeño desdoro de su Dignidad, y persona. La humildad asimismo , que, como necesaria para hacer la voluntad de Dios , y entrar en su Gloria, nos pro- pone con su doctrina , y exemplo Jesu-Christo mi Salvador , parece no e faltó al Difunto , a lo menos enel grado de despreciarse a sí mismo. Convéncelo su vestido humilde , y pobre , econ que se presentaba en toda ocasion al publico : su eficacia en rehusar las Dignidades , siendo juzgado benemerito aun de las Mitras , con que mas de dos vecesle brindaron ; y el trato personal , conque escusaba , hasta en sa misma casa, todá notable , obsequiosa singularidad , igua- landose no pocas veces en él a sus pajes , familiares, y. domesticos , y respondiendo con ingenuidad; sí de ello 3 recóonvenian : ¿Pues que mis.pages son menos gue yo * Car. ¿ Que mas tengq que ellos ? Y sobre todo , la; .- 5 “y <é 9 3 il PR R 324 di E, HS