BCCPAM000536-7-32000000000000

Í i + a y > pocas horas le arrebate de est mundo. Nunca nos faltan razones para explicarnos perfectamente aquel fatal desenlace: pero tra done de nosotros, entonces nos parece poco menos que impo- sible que semejante desgracia ha- ya de visitarnos algún día. Cree- mos, sí, que hemos de morir; pero nos imaginamos para nosotros una muerte tranquila, como sue. ño apacible, la cual vendrá en un tiempo oportuno, cuando haya- mos terminado todos nuestros asuntos, y acabado con felicidad todas nuestras cosas. Y hasta nuestra loca fantasía nos pinta ciertos detalles y circunstancias consoladoras «que han de accm. pañar nuestra muerte. ¡Oh Dios mío, cuánta ilusión! ¡qué esperan- ¡Y así se nos pasa zas tan vanas! ¡

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz