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45- tísimo Salomón, en quien parecía haberse encarnado el espíritu de la sabiduría: «Yo, prosigue dicien- do, fuí constituido rey de Israel, y propuse en mi corazón investigar curiosamente todas las cosas que suceden debajo del sol, y he ha- llado ser todo vanidad y aflicción de espíritu. Yo amontoné plata y oro y sobrepujé en riquezas á to- dos los que vivieron antes de mí; nunca negué á mis ojos cuanto de searon, ni vedé á mi corazón el que gozase de todo género de de leites; mas, volviendo la vista ha- cia todas esas cosas, ví que todo era vanidad. Esto parecían á Salomón la sa biduría, las riquezas y los place res que son los objetos más ape tecidos de los hombres; parecían le otras tantas vanidades que las-