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que 1 os nos ha conce Ñ i . derando esto, solía de cisco de Sales: «¡Ay! temo que por emplear tan mal el tiempo y abusar de este don celestial: me nievue Dios la eternidad dichosa del cielo.»Lo que este Santo temía por humildad, nosotros debemos temerlo por sobrados motivos desperdiciador del tiempo, que vasta en bagatelas lo que se le concedió solamente para servir á Dios y santificar su alma Y sin embargo,nada es más or dinario y frecuente que. esto. Pu diera decirse que el perder el tiempo es la falta que más co munmente se comete: apenas se »Mecontrará quien no haya tenido que acusarse de haberla cometido muchas veces. Para los mundanos,