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-— 2099 — tiempo para cue expiemos nues- tras culpas, no lo dejemos pasar en balde, ni lo gastemos en frus lerías, antes bien, empleémoslo en hacer penitencia y redimirnos del purgatorio. De esta meditación debemos sacar dos afectos muy principales. El primero es una gran compa- sión y lástima de las almas del purgatorio, que nos mueva eficaz- mente á socorrerlas: ellas son hi jas de Dios, y por lo tanto,lo que hagamos en su favor nos lo re: compensará el Señor en el cielo, como si por Él mismo lo hubiéra- mos hecho. El segundo es un grande apre- cio y estima de las indulgencias que tan á poca costa nos libran del purgatorio. Dios, que nos ama con amor tiernísimo é inefable,de-